Buenas Noches

-¿Amor?...

Antonio despertaba de un mal sueño, sus ojos estaban clavados sobre la negrura del cuarto, con su tacto sobre las sabanas buscaba el cuerpo de su esposa. Sus dedos meñique y anular tocaban con la punta la ropa de dormir de Brenda, sentir su cuerpo a su lado le brindaba tranquilidad en las noches pesadas a causa de malos sueños.

-Tuve ese sueño de nuevo… pero esta vez fue tan real, nunca pensé que podría despertar, me invadió esa sensación de entumecimiento corporal, no podía mover ninguna extremidad, ni siquiera gritar, ahora la presión que sentí sobre el pecho fue demasiado pesada, volteaba a ver a todos los rincones del cuarto, solo veía la obscuridad, fue desesperante, sentí mucho miedo…

Brenda permanecía inmóvil, sin respuesta a los comentarios de su marido, hace dos días habían tenido una fuerte discusión, y desde ese entonces no tenía más comunicación con él.

-…Después pude volver a moverme… ¿sabes? Lamento haberte llamado… como te llamé, lo cierto es que sin ti no podría estar tranquilo después de estas pesadillas.

Brenda no emitía palabra alguna, la negrura del cuarto resultaba cómoda hasta cierto punto. Antonio fatigado decide despedirse de su mujer.

-Buenas amor, hasta mañana…

El hombre se acerca a su mujer, y en la oscuridad Antonio besa los labios hinchados de Brenda, el sabor a sangre se impregna en las papilas gustativas del asesino, regresando al lado de su cama mientras resopla de alivio, tomando la mano de su degollada esposa.